venerdì 30 dicembre 2011
DIVINE PITTURE a La Spezia
la pagina web del Museo Lia
Tra queste spiccano il Compianto su Cristo morto di Fernández Alejo, dipinto di altissima qualità, che coniuga in maniera perfetta l’ascendenza fiamminga, di particolare evidenza nell’attività giovanile del pittore, con l’evidente influenza italiana, e la Madonna dell’umiltà di Benozzo Gozzoli. Benozzo, grande interprete della luce di Piero della Francesca e della dolcezza dell'Angelico, in quest'opera giovanile dipinge un Gesù guizzante e vivo tra le braccia dell'elegante Madonna.
DIVINE PITTURE Opere private della Collezione Lia 3 dicembre 2011-3 giugno 2012 A cura di Andrea Marmori |
La Spezia è città da Entroterra: poco chiassosa, città di scambi internazionali ("prodotti da forno russi e siciliani" sull'insegna di una centralissima panetteria) e di cultura, grazie ad un'interessante rete museale tra cui spicca il piccolo ma ricchissimo Museo Amedeo Lia. Federico Zeri considerava questo museo una delle più importante collezioni italiane, ed infatti specialmente le sale delle opere rinascimentali sono ricche di operi di grandi maestri (tanto per citarne alcuni Lorenzetti, Sano di Pietro, Laurana, Foppa, Tiziano, Pontormo, ecc) oltre a splendidi codici miniati e sculture in avorio di eccelsa fattura.
Il Museo “Amedeo Lia” è stato inaugurato nel 1996 e La Spezia ne festeggia il 15° compleanno con la bellissima mostra Divine Pitture che offre la possibilità di osservare da vicino alcune importanti opere provenienti dalla Collezione privata di Amedeo Lia, che per particolari ragioni di ordine sentimentale, risultarono difatti escluse dal copioso numero di dipinti donati alla Spezia con il munifico gesto che è all'origine del Museo.
Tra queste spiccano il Compianto su Cristo morto di Fernández Alejo, dipinto di altissima qualità, che coniuga in maniera perfetta l’ascendenza fiamminga, di particolare evidenza nell’attività giovanile del pittore, con l’evidente influenza italiana, e la Madonna dell’umiltà di Benozzo Gozzoli. Benozzo, grande interprete della luce di Piero della Francesca e della dolcezza dell'Angelico, in quest'opera giovanile dipinge un Gesù guizzante e vivo tra le braccia dell'elegante Madonna.
Per conoscere da vicino i dipinti e le miniature esposte, che egregiamente testimoniano la ricerca collezionistica di Amedeo Lia e l’orientamento del suo gusto, ogni domenica alle ore 15,30 avrà luogo una visita guidata alla mostra, al solo prezzo del biglietto d’ingresso.
Per informazioni sulle iniziative in programma e per prenotare:
Museo Civico “Amedeo Lia”
Via Prione 234
Tel. 0187.731100
Orari di apertura del Museo: dal martedì alla domenica ore 10 - 18
Museo Civico “Amedeo Lia”
Via Prione 234
Tel. 0187.731100
Orari di apertura del Museo: dal martedì alla domenica ore 10 - 18
lunedì 19 dicembre 2011
sabato 17 dicembre 2011
MARCO MANZELLA
On the wake of the memory of the Sienese hills, I look at the different
landscapes and environments of Manzella and I think that painting is a mental thing.
Leonardo petitioned this thinking of indefinite space, of the universe
concealed between one and the other aspects of the phenomenic world which the
eye distinguishes and recognizes, and which the mind nominates to record it
firmly in the archives of memory. Piero della Francesca sublimated it in the
formal purity of the score, from which generations of artists have drawn the
rule of composing contexts and terrestrial figures resembling celestial
perfection, possible only like the vision of projectional imagination. Paolo
Uccello and Mantegna translated into the artifice of the sweet and strange
perspective, in which I seem to see a bequest in certain daring frames from
above, below and in diagonal, and above all in some acrobatic and shortened
postures of characters that were so dear to our young artist. The medieval painters of gold backgrounds
knew this even then, Byzantine iconography where painting was prayer, even
before it was a liturgical deed or material for use in a holy service,
preparing for the difficult task of reducing the unspeakable divine to a
concept or a symbol, and to a visible human word.
(Nicola Micieli, Walks in Italy)
SALVADOR MONTÓ: Salvador Monto en TIEMPO
Salvador Monto en TIEMPO
En el número de la revista TIEMPO , del 16 de diciembre de 2011, en la sección de Cultura, se reseña la exposición de Salvador Montó en Galería Puchol, como la "exposición de la semana" a nivel nacional.
salvadormonto.blogspot.com
Volver a la Gran Manzana
“Delirious New York” fue el texto con el
que el arquitecto Rem Koolhaas se rendía a la experiencia extrema del urbanismo
neoyorquino ofrecía su personal homenaje
a la que, ya en su año de aparición (1978) hacía tiempo era la capital del
mundo. Poco después, Paul Auster iniciaba su trilogía y Woody Allen rodaba sus
desencuentros cotidianos en Central Park. Des este modo tan apasionante se
gestaba la imagen del N.Y. posmoderno y el orbe entero sucumbía ante su
deslumbrante “Skyline”. La ciudad se convertía en el plató de cine más grande
de la historia pues, de hecho, era el lugar donde ocurrían todas las historias.
Y esto pasaba desde hacía mucho tiempo.
Nada de eso era extraño a la cultura
española cuya relación con la Gran Manzana
no ha sido escasa. Desde los primeros, Juan Ramón Jiménez y Lorca, cuyo
espíritu vanguardista los arrastraba al epicentro de la modernidad; hasta los
contemporáneos, Hierro, Loriga y ahora Muñoz Molina, son muchos los escritores
hispanos que se acercaron a una ciudad a la que tampoco han ignorado otras
disciplinas. Pues Colomo se fue al Soho a rodar su pequeño homenaje fílmico, En
la linea del cielo, y el pintor Eduardo Arroyo se había hecho eco, sobre el
lienzo, de aquella leyenda en la que se narraba como la bailaora Carmen Amaya,
invitada a la ciudad para participar en el Show de Ed Sullivan, había asado
sardinas en su habitación del Waldorf Astoria, usando los somieres como
parrilla.
Nueva York es, por tanto, un punto y
aparte en la historia de la cultura contemporánea, es un lugar cuyo magnetismo
no ha decaído en casi un siglo, por más que los más inimaginables avatares
hayan conmovido sus cimientos. El último de ellos el 11-S, ese mal sueño del
que la ciudad apenas se despereza. Con él llegó el vacío, y la zona cero se
amplió hasta la frontera imaginaria del aeropuerto Kennedy. Pero nada es para
siempre pues parece que la capital del mundo vuelve a ser un destino aun
inspirador y comienza a ejercer de nuevo su magnetismo.
A este atractivo o es inmune tampoco la
obra del artista Salvador Montó. La ciudad de los rascacielos está muy presente
en una pintura que transita con solvencia por los vericuetos de la práctica
figurativa, pero su aparición en estos trabajos poco tiene que ver con una
reproducción fidedigna de la escena urbana neoyorkina. Esto es, frenesí,
velocidad, mestizaje y caos viario. Como tampoco se deja embaucar por la
iconografía autóctona, explorada por realismos más anglófilos como el de
Richard Estes : cabinas, cabs (taxis), paredes de cristal y avenidas infinitas.
Su apuesta, y sin duda su mayor
esfuerzo, parece consistir precisamente en no dejar pasar tanto; en filtrar a
través de la mirada y de una aproximación pausada, aquello que de folklore
cosmopolita puede impregnar la ciudad en el visitante. Extrañamente, sus
avenidas apenas están pobladas, los vehículos parecen ralentizados y el tiempo,
en suspenso, transmite una impresión diferida de la ciudad. Y todo ello obedece
a una idea recurrente, prácticamente estructural en su trabajo, que consiste en
la búsqueda -asumida como infructuosa ya de partida- de lo permanente y lo
duradero.
No desvelarse por lo último que pasa,
por esa enloquecedora búsqueda de la experiencia estética en tiempo real; aquel
slogan de “está ocurriendo, lo está viendo”. Sino, muy al contrario, resistir a
lo que los alemanes llamaban “zeitgeits” (el espíritu de los tiempos). Dado que
sólo a través de esta mirada ausente, detrás de la que se esconde una herencia
pictórica española muy inclinada hacia la observación de lo inerte, de la
naturaleza muerta, se logra evitar el efecto fotográfico de lo inmediato con el
que muchos se conforman.
La propuesta de Montó alude, más que a
la gestalt deslumbrante de una ciudad-letrero, a las normas y formas
permanentes en la urbe. Como Harvey Keitel en el film Smoke, el pintor se
interesa por las esquinas añejas de Brooklyn o por el Empire State Building.
Los espacios en los que más allá del espectáculo turístico de última moda,
acontece la verdadera experiencia cotidiana de sus habitantes. Así pues, el
logro de Montó es, mirar la ciudad como un neoyorkino y deshacerse de la
máscara turística. Esa era, finalmente, la ambición radical del personaje de
Smoke, fotografiar el mismo lugar todos los días a la misma hora para
trascenderlo como geografía o como postal y resignificarlo como espacio de
memoria, de acontecimientos y afectos.
Esta misma idea es la que persiguen sus
impresiones paisajísticas, que aparecen como una forma rotunda, sólida; valores
de los que participa toda su obra. De hecho, podríamos extrapolar de Montó
ciertas referencias dispersas que, pese a reunirse en torno a ámbitos visuales
tan contemporáneos como la ciudad de Nueva York, nos lo presentan como un
buscador incansable del rigor clásico de la forma, de la formulación de un
paradigma escrito de representación en el que la disciplina de la composición y
la sutileza del trazo constituyen los rasgos aún preponderantes.
Oscar Fernández. Cuadernos del sur.
Marzo 2004.
mercoledì 7 dicembre 2011
Il mArtedì: Valentina Biasetti | Gazzetta di Parma
Il mArtedì: Valentina Biasetti | Gazzetta di Parma
"...Quel bisogno torturante del veder. Ma bisognava anche mostrare? Il desiderio del veder non veniva meno nella costrizione a vedere? Disvelare era gioia e piacere. Ma l'obbligo di vedere, il faccia a faccia permanente imposto da una civiltà che aveva perduto il senso del sacro era solo mortificante. Vedere senza freni, senza limiti,(.....) poteva portare solo al terrore."
Jean Clair "Breve trattato delle sensazioni"
"...Quel bisogno torturante del veder. Ma bisognava anche mostrare? Il desiderio del veder non veniva meno nella costrizione a vedere? Disvelare era gioia e piacere. Ma l'obbligo di vedere, il faccia a faccia permanente imposto da una civiltà che aveva perduto il senso del sacro era solo mortificante. Vedere senza freni, senza limiti,(.....) poteva portare solo al terrore."
Jean Clair "Breve trattato delle sensazioni"
lunedì 5 dicembre 2011
La stanza privata dell'arte by Roberto Milani: Elementi: 50x50x4 a cura di Beatrice Buscaroli
Venti artisti si confrontano sul tema dei quattro elementi in un unico formato.: ecco 50x50x4.
Artisti: Alberto Abate, Salvatore Alessi, Silvia Argiolas, Agostino Arrivabene, Francesco Balsamo, Alessandro Cannistrà, Paolo Collini, Giovanni Frangi, Harry Holland, Iabo, Giovanni Manfredini, Matteo Mezzadri, Giuseppe Modica, Gian Marco Montesano, Franco Mulas, Riccardo Negri, Arianna Piazza, Roberto Rampinelli, Livio Scarpella, Paolo Schmidlin.
Catalogo in galleria.
10 dicembre 2011 - 22 gennaio 2012
LIBRA ARTE CONTEMPORANEA - Via Pola 11/c, Catania - tel: +39 392.9588530 - info@gallerialibra.com
Ci sono i partecipanti del Barlettani: Riccardo Negri, Arianna Piazza, l'ottima Argiolas, Frangi e Montesano, ...
lastanzaprivatadellarte di Roberto Milani
venerdì 2 dicembre 2011
Clair. Mi piace riportare qui alcune illuminanti parole:
"L’eterogeneità dei pubblici che frequentano i luoghi culturali è un fenomeno contemporaneo che ha origine dal processo di democratizzazione delle politiche culturali avviate in occidente sin dagli anni ’70, le quali hanno incrementato la fruizione di massa. In tal senso, perciò, per restituire ai milioni di visitatori dei musei il “piacere di guardare, di capire e di sentire”, Jean Clair afferma che è necessario restituire all’arte “bellezza e purezza”, suscitare emozione, esperienza mistica fondata su profonde radici spirituali da contrapporre all’estetica del disgusto."
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